Ufff !!Cuando se me vienen estos arranques de timidez, soy como una tortuga escondiéndose en su caparazón y, contradictoriamente, es cuando hablo con más seguridad que nunca. Sin saber de dónde ni cómo sale esta extraña fuerza, este sentimiento de exquisita inseguridad termina por convertirse en mi más apreciado secreto.
Quiero mirarle y preguntarle mil cosas que me llaman muchísimo la atención, como su altura e indagar su aparente nerviosismo cuando me acerco. Me quedaría sin contar el tiempo, para alimentar mis inquietudes respecto a su persona y saciar esta excéntrica duda causada por su presencia.
Y a pesar de que ya nos hemos presentado, contestado algunas preguntas (casi desesperadas) y de que nos encontramos recurrentemente, este extraño sentimiento de querer darlo todo y esconderme me tiene "algo" molesta conmigo o quizás molesta con él por llamar mi atención de este modo.
Sin poder describir realmente lo que me está sucediento, algo sí podría decirle sin caparazón de tortuga: "me pasa algo contigo".
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